jueves, 23 de agosto de 2012

Relaciones humanas en la sociedad líquida


En la Edad moderna se da una renovación de la visión del mundo debido principalmente al progreso científico. Pero lo más sobresaliente en esta perspectiva es la nueva concepción del hombre con respecto de sí mismo; es una nueva manera de entender al mundo y una nueva manera de comprender al hombre: una transformación de mentalidad. Se dejan de lado las concepciones antiguas y, de modo especial las aristotélicas, para dar paso a las nuevas concepciones desde la centralidad del hombre. En este cambio se da la oposición, además, al pasado medieval y en él a la Iglesia que ha permanecido fiel al aristotelismo. Surge, pues, un rechazo a lo anterior considerado como un periodo oscuro que ha mantenido al hombre dominado por visiones erradas del mundo y no ha permitido que haga libre uso de su razón.


Este rechazo se sintetizará en tres aspectos básicamente. En el plano político: el ideal de unidad de la cristiandad fue sustituido por la diversidad de estados. Esto tendió a eliminar la influencia unificadora de la Iglesia. Se da una laicización de las costumbres políticas. En el plano religioso: la reforma protestante fue la encargada de dar el golpe a la idea de unidad propuesta por el cristianismo y defendida por la Iglesia romana. En el plano social y cultural: la idea medieval de un universo centrado en Dios es sustituido por el centrado en el hombre.[1]


Esta nueva perspectiva que se abre para la humanidad será una posibilidad grandiosa para que el ser humano busque el desarrollo de todas sus potencialidades, conozca mucho mejor el medio en el cual está inserto gracias a los nuevos descubrimientos y avances científicos. Además le promete confort y variedad de medios para una vida más cómoda y digna: el uso de la razón es lo básico en este nuevo modelo y la consiguiente confianza en esta promete un porvenir de ensueño, porque, claro, si con la razón se puede todo, la vida de alguna manera está solucionada. Sin embargo, como no todo es color de rosa, o, como siempre pasa, los humanos a veces nos abocamos de lleno a ciertos aspectos olvidándonos de otros, por lo general, elementales. Tal es el caso del lado humano y relacional de las personas. En la época moderna se descuidó lo fundamental que hay en el hombre; el hecho de que es un ser de vínculos que va construyendo su vida en base a la interrelación con los demás y, por lo mismo, se debe sentir comprometido con los otros. Es cierto que sigue habiendo relación entre las personas, pero se va volviendo superficial y, lo que es más, se van formando relaciones de dominio y dependencia. Es el caso de los trabajadores en las fábricas que están sometidos a los patrones y terminan siendo tratados como objetos y a medida que se someta al trabajo obligado para la sobrevivencia, el hombre se aliena, se enajena así mismo y se enajena del los demás, dirá Karl Marx:


La afirmación de que el hombre está enajenado de su ser genérico quiere decir que un hombre está enajenado del otro, como cada uno de ellos está enajenado de la esencia humana… la enajenación del hombre y, en general, toda relación del hombre consigo mismo, sólo encuentra realización y expresión verdaderas en la relación en que el hombre está con el otro.[2]


Los mismos avances tecnológicos en el campo bélico dejan en claro este desinterés por el otro al cual se lo puede eliminar sin remordimientos si no me sirve, si es obstáculo para mis intereses o si es inferior a mí. Las dos guerras mundiales dibujan perfectamente esto. Las dos guerras mundiales dejan en claro cómo es que la demasiada confianza en la razón ha permitido el descuido del lado humano y relacional en tanto que compromiso con el otro en el hombre moderno. Entonces es cuando el hombre contemporáneo se cuestionará acerca de a dónde nos ha llevado la razón, qué sentido tienen los avances científicos si van a ser utilizados en contra del mismo hombre. O cómo esa enajenación que hablaba Marx se ha ido acentuando cada vez más penetrándose en todos los aspectos de la vida del ser humano y, en consecuencia, a nivel social, por lo cual en la actualidad se ve a cada individuo como un objeto al que se puede utilizar mientras me sirva porque, de alguna manera, no me siento comprometido con él y lo siento distante a mí. Por ello las relaciones se han vuelto superficiales, pasajeras y poco consistentes: se han vuelto “líquidas”, reflexionará Zygmunt Bauman.


Ciertamente Bauman plantea el nuevo concepto de “liquidez” como metáfora apropiada para nombrar o calificar a la era moderna por la similitud de este tiempo con los elementos líquidos, que tienen, como característica fundamental, el estar siempre en proceso de movimiento e inconstancia, no guardando por tiempo prolongado la misma forma ni mantenerse en un mismo lugar. Los líquidos fluyen fácilmente y se vuelven escurridizos:


… los líquidos, a diferencia de los sólidos, no conservan fácilmente su forma. Los fluidos, por así decirlo, no se fijan al espacio ni se atan al tiempo… los fluidos no conservan una forma durante mucho tiempo y están constantemente dispuestos (y proclives) a cambiarla… se desplazan con facilidad… no es posible detenerlos fácilmente… La extraordinaria movilidad de los fluidos es lo que los asocia con la idea de “levedad”… Estas razones justifican que consideremos que la “fluidez” o la “liquidez” son metáforas adecuadas para aprehender la naturaleza de la fase actual- en muchos sentidos nueva- de la historia de la modernidad.[3]


A la sociedad actual, luego, bien se le puede aplicar este concepto de “liquidez” con sus respectivas caracterizaciones pues se percibe en todos sus estamentos esa ligereza y poca consistencia quizá por el mismo hecho de que asistimos a un mundo súper convulsionado, dominado por el activismo y el movimiento constante por lo cual ya casi nadie tiene tiempo para entablar buenas relaciones con el otro y, mucho menos, comprometerse. Esto tiene que ver con lo que se ha venido diciendo acerca de la pérdida del sentido humano y relacional al que asistimos. El compromiso con el otro en la sociedad líquida ya no encuentra un asidero estable, todo tiende a cambiar, desde el lugar de trabajo, de estudio, de habitar, hasta el afecto por las personas que en algún momento han significado mucho. Las relaciones así como empiezan también terminan, se puede tener una relación con alguien mientras se sienta algo de lo contrario se cambia de relación y se inicia una nueva porque por la anterior “ya no se siente nada” o porque simplemente “ya fue”.


El activismo del mundo actual, igualmente, juega un papel crucial en esta pérdida del sentido relacional, pues, como ya se dijo líneas arriba, todo el mundo tiene cosas por hacer; que el trabajo, el estudio, los negocios, los viajes, etc. Ya no queda tiempo para compenetrar una buena relacional con los más cercanos. Se acude por cierto a una sociedad de desintegración de las familias porque cada quien busca la mejor manera de adecuarse a lo suyo enajenándose unos de otros. Los mismos compromisos entre parejas no siempre son asumidos como tales: ¿por qué comprometerme de por vida con alguien si puede llegar un momento que me aburra de ella, que conozca alguien más?; prefiero el “vacilón” y luego cada quien por su camino. En los ídolos del mundo artístico se manifiesta claramente esto: los matrimonios son tipo contratos en los que cada uno exige reparaciones si se da la ocasión de separarse, lo que generalmente sucede, o continúan conviviendo solo por no tener que indemnizar al otro.


Los nuevos medios de comunicación virtual no se pueden quedar de lado en este contexto “líquido” de las relaciones humanas. Ellos son producto ciertamente de la creación intelectual, son resultado de la razón que ha venido tratando de encontrar medios para agilizar la vida humana, importantes por cierto, pero que no necesariamente han contribuido a que las personas se vinculen más. Los individuos pueden interactuar con muchas personas de distintos lugares, se puede conocer nuevas amistades e incluso llegar a tener una relación de pareja a través de los espacios tales como facebook, msn, twiter, two, etc. Relaciones, sin embargo, superficiales y poco seguras ya sea por la distancia, porque no hay vínculos afectivos fuertes o, lo que es común, por el cambio de identidad: se podría decir que las relaciones por estos medios se aperturan y se cierran con tan solo un clic. En fin, los demás medios como los ipods, los celulares, mp3, etc. Igualmente desconectan a las personas más cercanas ya que se suele entrar más en conexión con dichos objetos que con las mismas personas del costado: se está junto al otro, pero a la vez distante. Con ello se hace más cierto el dicho popular de que en este mundo globalizado, en este mundo del bum de las comunicaciones, la gente cada vez se comunica menos.


Queda claro, entonces, que estamos ante una crisis social a causa de la liquidez en las relaciones humanas, en las relaciones interpersonales que se vuelven poco a poco superficiales y carentes de sentido por el poco interés o la poca capacidad para los compromisos sean estos a nivel de pareja o a nivel de las variadas amistades que se puedan cruzar en el camino y esto, como ya lo decíamos, se alimenta por los medios de comunicación o se vive a través de ellos:


La crisis de relación interpersonal se convierte entonces en el emblema de esta sociedad, como música de fondo del existir. Con la tecnología que nos “simplifica” la vida, ofreciéndonos paraísos telemáticos, la televisión que publicita fantasiosos experimentos que nos prescriben la receta de la felicidad “hecha en casa”, nos quedamos con la triste realidad entre las manos, sin saber qué hacer con ella: el amor se nos va y nos parece imposible construir relaciones duraderas y auténticas.[4]


En conclusión si bien es cierto que en la edad moderna se produjo un gran avance en cuanto a la ciencia se refiere, en cuanto al ideal de progreso gracias a la razón; también es cierto el descuido en el que se ha ido cayendo a lo largo de esta época, con mayor acentuación en la actualidad, con respecto a algo fundamental en el hombre, que es el sentido humano y de relación con quienes convive. Esto motivado, sin pretender ser negativo, por los mismos avances de la ciencia gracias a la confianza en la razón. El ser humano en este contexto se ha ido alejando de sus semejantes a causa del activismo y de un sinnúmero de cosas que lo distraen. Sus relaciones se han vuelto nada consistentes, más efímeras y superficiales hasta el punto de no sentirse seguros frente a los demás ni tener la disposición para sumir compromisos por espacios prolongados: la sociedad líquida ha facilitado también relaciones humanas líquidas.






BIBLIOGRAFÍA






AUBERT, Jean. Marie.


1972 Filosofía de la naturaleza. Barcelona: HERDER.






BAUMAN, Zygmunt


2004 Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.






CANTELMI, Tonino y LASELVA, Pasquale


2010 La vida consagrada en la sociedad líquida. Lima: Paulinas






MARX, Karl


1990 “Manuscritos economía y filosofía”. En PATRÓN, Pepi y otros, Filosofía moderna. Materiales de enseñanza. Lima: PUCP, pp. 289- 295.

























[1] Cf. J.M. Aubert, Filosofía de la naturaleza, p. 127- 128


[2] P. Patrón y otros, Filosofía moderna, materiales de enseñanza, p. 292.


[3] Z. Bauman, Modernidad líquida, p. 8


[4] T. Cantelmi y P. Laselva, La vida consagrada en la sociedad líquida, pp. 82- 83.

1 comentario:

  1. Welcome to our new casino in Mohegan Sun
    The Mohegan Sun 네이버 룰렛 돌리기 is 할리우드 배우 노출 an Indian casino and hotel located 게임종류 in Uncasville, Connecticut, approximately 40 minutes south of Boston. The 999betasia property is 슬롯 가입 머니 owned and operated

    ResponderEliminar